Soy Jennifer Iranzo, una fotógrafa cuya conexión con el arte de la imagen está profundamente arraigada en mi ADN. Nací en una familia donde la creatividad y la fotografía eran una constante, una herencia que ha guiado mi vida desde el principio.

Mis primeros recuerdos se entrelazan con una cámara en mis manos, imitando a mis padres y explorando el fascinante mundo de la fotografía. Acompañándolos a eventos y celebraciones, mientras capturaban momentos especiales, me sumergí en la tarea de encontrar la luz perfecta y retratar detalles que contaran historias.

Tras años de formación constante y trabajo como freelance, mi media naranja, Isaac, y yo creamos juntos el proyecto «La Libélula». No es solo un estudio fotográfico, sino un espacio mágico en constante evolución. Capturamos la dulce espera de las nuevas vidas, celebramos la llegada de nuevos miembros a la familia, documentamos la magia de la Navidad año tras año, la primera comunión… Nos apasiona crear mundos llenos de fantasía donde toda la familia vive una experiencia inmersiva. Queremos formar parte de las historias y, de alguna manera, dejar un legado visual para quienes se cruzan en nuestro camino.

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